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Es voluntariamente malo, Matrix 4: Crítica y análisis

Sinopsis: Neo vive una vida normal y corriente en San Francisco mientras su terapeuta le prescribe pastillas azules. Hasta que Morfeo le ofrece la pastilla roja y vuelve a abrir su mente al mundo de Matrix. 


Al parecer Matrix 4 est una pelicula que está diseñada para criticar la industria cinematográfica, el sistema de entretenimiento y las expectativas de los fans.   Esta secuela alparecer  no intenta satisfacer a los fans ni ofrecerles la película que esperaban. En su lugar, la película está diseñada para frustrar, confundir y burlarse de aquellos que esperan una secuela convencional de Matrix. La idea es sorprender a los espectadores para que se den cuenta de que la película que querían nunca existió.

Al parecer mas bien hace una crítica a la industria del entretenimiento atravez de Matrix 4 con parodia la tendencia de Hollywood a reciclar franquicias queridas con fines lucrativos. Al presentarse como un intento superficial de sacar dinero, la película se burla de cómo se explotan a menudo las series icónicas para llenar las arcas de las empresas. A diferencia de la mayoría de las películas de este tipo, Matrix 4 lo hace a sabiendas, y esta autoconciencia se convierte en un elemento central del mensaje de la película.




Metanarrativa y sátira de la industria

La película es hiperconsciente de su lugar en el panorama del entretenimiento. Utiliza elementos metanarrativos para criticar no sólo la franquicia Matrix, sino también al propio Hollywood y, por extensión, al público. Las escenas de acción a cámara lenta, por ejemplo, evitan intencionadamente reproducir el icónico efecto «tiempo bala», mostrando una falta de intención de hacer algo visualmente emocionante o innovador.

El uso del humor, un cambio significativo con respecto a la trilogía original es la inserción del humor. En esta película, el humor se presenta como algo esencial pero también perturbador, en consonancia con las grandes superproducciones como las películas de Marvel, que a menudo recurren a la comedia para disimular las debilidades estructurales. El vídeo da a entender que este humor es a la vez una necesidad y una herramienta de crítica, burlándose de la perfección «relojera» que grandes estudios como Disney y Marvel consiguen con sus producciones formulistas.

Al principio de la película, las referencias a H.L.A. Hart, un filósofo del derecho, sugieren que la película juega con ideas de validez moral y legal. Al señalar por adelantado que es una «mala película», básicamente pide al público que no la juzgue. El vídeo sostiene que esta elección temática encaja en la crítica más amplia que hace la película sobre el entretenimiento como producto manufacturado carente de un significado más profundo.

Matrix 4 como parodia de sí misma la gran parte de los diálogos y giros narrativos de la película parodian la trilogía original. En lugar de centrarse en Neo y Trinity como personajes centrales, la protagonista es la propia película. Cada momento autorreferencial se burla del legado de la trilogía y presenta la nueva película como una pobre imitación, un comentario sobre la inutilidad de crear algo original en el panorama cinematográfico actual.

Reflexión sobre el cine moderno

Matrix 4 critica a toda la industria cinematográfica, concretamente la falta de originalidad del cine moderno. No sólo culpa a Hollywood, sino también a los aficionados, que exigen más de lo mismo y permanecen «atrapados» en un sistema que recicla viejas ideas. A través de su narrativa y estructura autosaboteadoras, la película pone de relieve en última instancia cómo la creatividad ha sido sofocada por las exigencias corporativas.

En Conclusión: Por qué Matrix 4  tenía que ser mala, porque eligió ser mala. La película pretende deliberadamente ser un fracaso para evitar convertirse en otro éxito de taquilla convencional. Al estar «atrapada» en el sistema de Hollywood, la película refleja su incapacidad para ser buena, al igual que la gente en Matrix está atrapada en un sistema de control. Este fracaso deliberado es una crítica tanto de la bancarrota creativa de la industria como del consumo pasivo del público.